viernes, 19 de agosto de 2011

Interiores



Crear una perspectiva, sea dibujando a mano o por computadora, en un lienzo o en un papel, nos permite abrirla, escindir el espacio que hay entre el ojo y lo posible. Ese intersticio generado es el calco de nuestros deseos, la voluntad de ser del diseñador. Por ese pequeño hueco se ve nuestro potencial y lo proyectamos hacia la sociedad. La prespectiva en sí nada tiene de nuevo, lo nuevo somos nosotros, somos aquellos que ponemos el ojo y decidimos. Colores, dimensiones y proporciones son la medida de nuestra visualidad. La herramienta del ordenador extiende esta medida, también nos limita en otras dimensiones, aún está por verse en cuantas.
Hoy el ojo se pone a través del render (representación en computadora) nos permite ver el espacio imaginado, a potenciarlo, a reducir el error. Esa es la meta que nos mueve, reducir el imprevisto, proyectar con seguridad informática.

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